2011 se va, y con el un año duro, difícil, con más cosas buenas que malas que espero no volver a tener que vivir jamás. Pero un buen consejo de la vida es quedarse siempre con lo positivo, y guardar lo negativo como una forma de aprender, madurar, seguir adelante y hacer frente a todos los obstáculos que nos va poniendo la vida.
2011, el cierre de un ciclo y el comienzo de otro. Acabó mi experiencia en Bilbao en el año en el que verdaderamente he empezado a disfrutar de mi carrera, en el que se han afianzado amistades que valen oro y espero que duren de por vida.
2011 es Barcelona. El año empezó en Barcelona y acaba en Barcelona. ¿Casualidad? Nueva ciudad, nuevos compañeros, nuevas amistades, nueva cultura y hasta nuevo idioma. Nuevo todo. Dejar a 600km de distancia lo más importante, todo, para empezar absolutamente de 0. Duro, pero merece la pena y aprendes a valorar lo que tienes y te importa.
Y aquí estamos, un año más que se va y un 2012 que llega lleno de incertidumbres, sin saber a dónde me llevará esta vez... Solo espero que sea un buen año. En todo.
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