Eso es lo que se pregunta cualquier universitario que, como yo, esta a las puertas de licenciarse y acabar la carrera. A pocos meses de terminar la universidad el futuro que se nos plantea es el más incierto que hayamos podido tener jamás. Porque hasta ahora, en mayor o menor medida, casi lo único de lo que hemos tenido que preocuparnos ha sido sacar la ESO, Bachiller, aprobar Selectividad, y, por último elegir carrera y terminarla. Si entre tanto te sale un trabajillo por ahí, mejor que mejor, pero nuestra principal ocupación ha sido sacar los estudios adelante y nada más. Es lo que había que hacer, y punto.
Pero ahora que termina la vida estudiantil es cuando empieza lo verdaderamente difícil. Hasta ahora, como he dicho antes solo hemos tenido que preocuparnos de sacar adelante los estudios, pero ahora que eso termina, la gran mayoría se encuentra en una situación en la que no sabe qué hacer con su vida, no sabe por dónde empezar a hacer qué, y esta situación se agrava notablemente vista la situación del mercado laboral.
¿Trabajar? ¿De qué? Si no hay trabajo. Has invertido 4 años de tu vida para dedicarte a lo que más te gusta pero en cambio tienes que conformarte con cualquier trabajo precario y mal pagado que encuentres porque no hay nada de lo tuyo. Y eso, ojo, visto lo visto es de lo mejor que te puede pasar.
¿Máster? Me niego a hacerles pagar a mis padres un dineral (otra vez) y más aún después de la inversión que han hecho durante los 4 años que he tenido que estar estudiando fuera de casa. Todo lo que quiera a partir de ahora me lo financiaré yo. Pero , ¿con qué dinero? Trabaja. Pero…¡si no hay trabajo!
¿Otra carrera? Es la opción que muchos escogen, seguir estudiando con la esperanza de que cuando acaben de nuevo la situación laboral esté un poco mejor que ahora y les pueda salir algo de lo suyo. O también puede ser una manera cobarde de no querer enfrentarse al mundo, “sigo estudiando y así parece que lo que ocurre no me afecta tanto”. Es como meterte en tu burbuja y no querer salir de ella, quien sabe.
Lo único que está claro es que no podemos quedarnos en casa a la espera de que llegue la solución a todos nuestros problemas. Hay que salir a la calle, buscar, tocar puertas, aporrearlas si es necesario, porque con los brazos cruzados, desde luego, poco vas a conseguir.
Y volviendo el tema, me quedan 3 meses para acabar la carrera. ¿Y ahora, qué?
Sabes que muchas chicas se meten a imagen de discotecas los 4 meses de verano, que se gana bastante bien y en septiembre empiezan un Master?